Cómo clavar tu Elevator Pitch (y dejar a todos con ganas de saber más)

¿Qué es un Elevator Pitch y por qué es clave para cualquier negocio?

Un elevator pitch es esa presentación breve, directa y potente que haces cuando tienes muy poco tiempo —como lo que dura un viaje en ascensor, de ahí el nombre— para explicar tu idea de negocio, proyecto o propuesta de valor.

No se trata solo de decir quién eres o qué haces. Se trata de generar interés, de enganchar a quien te escucha, de dejar una semilla que crezca en la mente del otro. En resumen: se trata de vender tu idea en tiempo récord.

Y sí, sabemos que eso suena a reto imposible, pero te prometemos que con estructura, claridad y práctica, se puede lograr.

La importancia de saber contar tu idea en segundos

En el mundo real, no siempre vas a tener media hora para hacer una presentación. Muchas veces tienes un minuto… o menos. Y no es solo con inversores. Nos pasa también con:

• Clientes potenciales que conoces en eventos.
• Colaboradores o socios estratégicos.
• Participaciones en programas como Desafío Aragón, donde hay mucha competencia y poco tiempo.

Un buen elevator pitch no solo te abre puertas: te posiciona como alguien claro, confiado y con visión. Demuestras que entiendes tu negocio al 100% y que sabes transmitirlo, lo cual no es poca cosa.

¿Cuándo usar un Elevator Pitch? (Clientes, colaboradores, inversores…)

Aunque muchas veces se asocia el pitch con el típico escenario de "tiburones de los negocios", la realidad es que deberías tenerlo siempre listo. ¿Por qué? Porque las oportunidades no avisan.

Aquí van algunos escenarios donde te puede salvar la vida (y abrirte una inversión):

• Networking en eventos o ferias (como Desafío Aragón).
• Presentaciones rápidas en rondas de financiación.
• Llamadas frías con potenciales socios.
• Vídeos de presentación en redes sociales.
• E-mails introductorios con leads o contactos clave.

Tenerlo listo es tener una bala cargada cuando llega el momento justo. Y créenos, esos momentos llegan cuando menos te lo esperas

Estructura básica de un buen Elevator Pitch

Vamos al grano. ¿Cómo se estructura un pitch que engancha?

Aunque cada proyecto es distinto, hay una fórmula que rara vez falla. Aquí te la dejamos en cuatro pasos simples:

1. ¿Quiénes somos? (Presentación breve)
2. ¿Qué problema resolvemos?
3. ¿Cómo lo resolvemos?
4. ¿Qué buscamos? / ¿Cuál es el siguiente paso?

“Somos una startup que ayuda a pymes a digitalizar sus procesos sin complicarse la vida.”

“Muchas pequeñas empresas pierden tiempo y dinero en tareas repetitivas porque no tienen herramientas digitales sencillas.”

“Ofrecemos un software ultra simple que automatiza tareas sin necesidad de saber programar, y que puedes usar desde el móvil.”

“Estamos buscando aliados estratégicos e inversores para escalar nuestra solución a nivel nacional.”

¿Ves? Es claro, directo y da pie a seguir conversando. Eso es todo lo que necesitas.

Consejos para hacer que tu Pitch destaque entre todos los demás

Ahora que sabes la teoría, vamos con la práctica. Aquí te dejamos tips que aplicamos nosotros en nuestro pitch y que realmente marcan la diferencia:

• Personaliza según el contexto. No es lo mismo hablar con un cliente que con un inversor. Ajusta el foco.
• No te pases de técnico. A nadie le impresiona el lenguaje rebuscado si no se entiende nada.
• Ensaya, pero no recites. Tu pitch debe sonar natural, no como si estuvieras leyendo un guion.
• Usa métricas si puedes. Si tienes resultados, compártelos: “Ya trabajamos con más de 50 empresas en 3 países”.
• Deja algo de intriga. Tu objetivo es que quieran saber más, no que lo sepan todo en un minuto.

Y sobre todo: hazlo con energía y pasión. Si tú no te emocionas con tu idea, nadie más lo hará.

Errores comunes que debes evitar al presentar tu idea

Incluso los mejores caen en estas trampas, así que toma nota para no repetirlos:

• ❌ Quedarte sin foco: Si hablas de muchas cosas, no se entiende nada.
• ❌ Empezar hablando de ti antes que del problema: Primero capta interés, luego hablas de ti.
• ❌ No practicar: Pensar que “ya saldrá solo” es un error clásico. No saldrá.
• ❌ Ir demasiado rápido o muy lento: Hay que encontrar el ritmo adecuado.
• ❌ No tener un cierre claro: No termines con “bueno… eso”. Termina con fuerza y dirección.

Recuerda: tienes pocos segundos para impresionar, así que cada palabra cuenta.

Cómo adaptar tu Elevator Pitch según tu audiencia

Este punto es crucial. Un mismo pitch no sirve para todos. Aquí te damos algunas ideas de cómo adaptarlo:

• 🎯Para inversores: Enfatiza el modelo de negocio, la escalabilidad y el potencial de retorno.
• 🛠️Para colaboradores: Enfócate en la visión, los valores y el impacto del proyecto.
• 💼Para clientes: Haz hincapié en los beneficios, la facilidad de uso y cómo resuelves su problema.

Ten varias versiones preparadas. Piensa en ello como si fuera una playlist: según la ocasión, eliges el pitch que más encaje.

Preparación y práctica: el secreto detrás de un pitch que convence

Aquí viene la parte que menos gusta pero más importa: practicar.

Sí, ensayar frente al espejo, grabarte con el móvil, contárselo a tus amigos, familia, perro, gato, plantas… lo que sea. Cada repetición te hace más claro, más natural, más eficaz.

Nosotros lo hacemos constantemente, incluso después de cientos de veces. Porque cada presentación es distinta, y porque siempre se puede mejorar un poco más.

Practicar no es solo repetir, es también ajustar según las reacciones que recibes. Escucha, observa, mejora.

Un buen Elevator Pitch puede abrirte todas las puertas

En Desafío Aragón, y en cualquier entorno emprendedor, tener tu pitch afinado es como llevar una llave maestra en el bolsillo. Nunca sabes cuándo la vas a necesitar, pero cuando la usas… puede abrirte muchas más puertas de las que imaginas.

Desde nuestra experiencia, el elevator pitch no es solo una herramienta para conseguir inversión: es una declaración de intenciones, un espejo de tu visión y una prueba de que sabes comunicar con impacto.

Así que, si aún no lo tienes, es hora de ponerte manos a la obra con el curso Acelera. Y si ya lo tienes… ¡a seguir puliéndolo!